9:00 | Author: AMCYL

Una de las películas que más me ha gustado fue la australiana "Priscilla, reina del desierto". La historia de tres travestis muy diferentes entre sí que cruzan Australia para dar una serie de actuaciones en el casino de la ex mujer de uno de ellos era muy divertida, especialmente por las actuaciones musicales en las que interpretaban toda clase de éxitos de la música disco y hasta de ABBA.


El más viejo de ellos encuentra pareja durante el viaje, el organizador del viaje conoce por fin a su hijo y el más joven de los tres aprende a ser algo más prudente en sus acciones. En Londres he visto la versión musical que han montado. Se trata de una gran producción que recrea la historia con bastante fidelidad aunque han incorporado muchas canciones que no se utilizaron en la película. Por ejemplo, "Downtown", "Go West", "Don't leave me this way", "MacArthur Park" o "I say a little prayer".





Como se supone que los tres artistas no son cantantes han creado unos personajes nuevos, las "Divas" que son tres cantantes que dan voz a las canciones interpretadas por ellos y que salen de los lugares más inverosímiles. Muchas veces aparecen colgadas en lo alto del escenario, otras surgen del interior de Priscilla (el autobús que está en escena prácticamente todo el tiempo).








Solamente por escuchar a las Divas ya merece la pena ir al teatro. Los números musicales incluyen a gran cantidad de bailarines y cantantes y los cambios de vestuario y de escenografía son dignos del mejor de los magos por la rapidez con que se hacen; sacar y meter al autobús del escenario no debe ser fácil pero, efectivamente, desaparece por arte de magia para dejar paso a un club nocturno de París, al hall y al escenario del casino donde actúan los artistas, a un bar, al desierto y a muchos otros sitios.



Se puede ver su interior y también cambia de colores. Otra gran sorpresa es como los actores pasan de sus personajes masculinos a los femeninos en pocos minutos, con cambios totales no solamente de vestuario sino también con complicados maquillajes y peinados. El uso que dan a algunas de las canciones es también sorprendente. Por ejemplo, "I say a little prayer" es una canción que ya se ha usado en algunas películas pero siempre en tono festivo. En este caso, la versión es nostálgica y convierte algo que es bastante banal en una expresión de cariño del padre hacia su hijo.

También destaca el uso de "MacArthur Park" que es una canción con una letra muy tonta pero con una música impresionante. Es la canción que dice algo así como "alguien se dejó la tarta fuera y se ha echado a perder...no puedo resistirlo porque me tomó mucho tiempo prepararla y ya no tengo la receta..." que, reconozcámoslo, no es precisamente una letra muy inspirada. Cuando la cantan en esta obra de repente empiezan a salir por todos lados pastelitos bailarines...



Creo que es una obra que gustosamente volvería a ver varias veces. Aunque tenía una muy buena localidad, estoy seguro de que me perdí de muchos detalles porque sucedían tantas cosas en el escenario al mismo tiempo que era imposible fijarse en todo. Si solamente se puede ver una obra durante un viaje a Londres yo creo que debería ser ésta.

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