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Author: AMCYL
No, el mexicano más amado no es Luis Miguel, ni Felipe Calderón, sino Miguel Hidalgo, el "Padre de la Patria".
Segun una entrevista concedida a El Universal por el novelista Eugenio Aguirre, autor de una biografía de este personaje histórico, Miguel Hidalgo y Costilla "es un personaje que tiene muchos atributos del comportamiento y de la conducta social del mexicano" y "es un personaje muy mexicano en el buen sentido de la palabra y en lo valioso que tiene el ser mexicano”.
Eugenio Aguirre reconoce que Miguel Hidalgo debió de haber sido un hombre de un gran carisma y de una proverbial simpatía porque lo querían los aristócratas novohispanos, la burguesía, el pueblo compuesto por indígenas y castas; lo querían las mujeres y los hombres y los indígenas abandonados en la sierra.
El "Padre de la Patria" nació el 8 de mayo de 1753 en el rancho de San Vicente, perteneciente a la hacienda de San Diego Corralejo, siendo hijo de don Cristobal Hidalgo y Costilla, y de doña Ana María Gallaga Mandarte. Este hombre tuvo la libertad y el apoyo para estudiar lo que se le antojara junto con su hermano José Joaquín —estudiaron el bachillerato en artes y luego el bachillerato en teología—, era un ser ilustrado y leía a los autores más destacados de La Enciclopedia.
Al recibir las ordenes sagradas, ocupó varios curatos, como el de Colima y San Felipe, hasta que a la muerte de su hermano Joaquín ocupó su lugar como cura de Dolores en 1802. Hombre culto y progresista, al mismo tiempo que estudiaba, aprendía también labores del campo. Su espíritu emprendedor lo llevó a instalar varios talleres de artesanías e industria (alfarería, curtiduría, carpintería, herrería, etc.). Con la ayuda de sus feligreses mandó excavar una noria y plantó moreras y vides.
Todos los oficios que enseñaba tenían una aplicación práctica, un valor comercial; eran actividades productivas que contribuían poderosamente a elevar el nivel de vida de los habitantes de Dolores y pueblos de los alrededores.
Desde 1808 participó en las juntas de los descontentos con la situación de la Nueva España. Formalizadas estas conspiraciones, al ser descubiertos, tuvieron que adelantar la fecha del levantamiento armado. La madrugada del 16 de septiembre de 1810, con las arengas "¡Viva la independencia! ¡Viva la América! ¡Muera el mal gobierno!" Hidalgo y sus seguidores se lanzaron a la lucha armada.
Fué generalísimo de los ejercitos insurgentes. Triunfó en Guanajuato y Las Cruces. Después de una racha de victorias los insurgentes llegaron a las puertas de la capital, pero no entraron en la ciudad. Después de severas derrotas y cuando iba rumbo a Estados Unidos. a conseguir pertrechos, fué traicionado por Ignacio Elizondo y apresado en las Norias de Acatita de Baján el 21 de Marzo de 1811, y conducido a Chihuahua.
Fue excomulgado, enjuiciado, privado de su carácter sacerdotal y fusilado la mañana del 30 de julio de 1811. Su cabeza junto con la de Allende, Aldama y Jiménez, fueron llevadas a Guanajuato y, encerradas en jaulas de hierro, colgadas en las cuatro esquinas de la Alhóndiga de Granaditas, en donde permanecieron hasta la consumación de la Independencia en 1821. Hoy sus restos reposan en la Columna de la Independencia (el Angel de la Independencia) en el Paseo de la Reforma de la ciudad de México.
Segun una entrevista concedida a El Universal por el novelista Eugenio Aguirre, autor de una biografía de este personaje histórico, Miguel Hidalgo y Costilla "es un personaje que tiene muchos atributos del comportamiento y de la conducta social del mexicano" y "es un personaje muy mexicano en el buen sentido de la palabra y en lo valioso que tiene el ser mexicano”.
Eugenio Aguirre reconoce que Miguel Hidalgo debió de haber sido un hombre de un gran carisma y de una proverbial simpatía porque lo querían los aristócratas novohispanos, la burguesía, el pueblo compuesto por indígenas y castas; lo querían las mujeres y los hombres y los indígenas abandonados en la sierra.
El "Padre de la Patria" nació el 8 de mayo de 1753 en el rancho de San Vicente, perteneciente a la hacienda de San Diego Corralejo, siendo hijo de don Cristobal Hidalgo y Costilla, y de doña Ana María Gallaga Mandarte. Este hombre tuvo la libertad y el apoyo para estudiar lo que se le antojara junto con su hermano José Joaquín —estudiaron el bachillerato en artes y luego el bachillerato en teología—, era un ser ilustrado y leía a los autores más destacados de La Enciclopedia.
Al recibir las ordenes sagradas, ocupó varios curatos, como el de Colima y San Felipe, hasta que a la muerte de su hermano Joaquín ocupó su lugar como cura de Dolores en 1802. Hombre culto y progresista, al mismo tiempo que estudiaba, aprendía también labores del campo. Su espíritu emprendedor lo llevó a instalar varios talleres de artesanías e industria (alfarería, curtiduría, carpintería, herrería, etc.). Con la ayuda de sus feligreses mandó excavar una noria y plantó moreras y vides.
Todos los oficios que enseñaba tenían una aplicación práctica, un valor comercial; eran actividades productivas que contribuían poderosamente a elevar el nivel de vida de los habitantes de Dolores y pueblos de los alrededores.
Desde 1808 participó en las juntas de los descontentos con la situación de la Nueva España. Formalizadas estas conspiraciones, al ser descubiertos, tuvieron que adelantar la fecha del levantamiento armado. La madrugada del 16 de septiembre de 1810, con las arengas "¡Viva la independencia! ¡Viva la América! ¡Muera el mal gobierno!" Hidalgo y sus seguidores se lanzaron a la lucha armada.
Fué generalísimo de los ejercitos insurgentes. Triunfó en Guanajuato y Las Cruces. Después de una racha de victorias los insurgentes llegaron a las puertas de la capital, pero no entraron en la ciudad. Después de severas derrotas y cuando iba rumbo a Estados Unidos. a conseguir pertrechos, fué traicionado por Ignacio Elizondo y apresado en las Norias de Acatita de Baján el 21 de Marzo de 1811, y conducido a Chihuahua.
Fue excomulgado, enjuiciado, privado de su carácter sacerdotal y fusilado la mañana del 30 de julio de 1811. Su cabeza junto con la de Allende, Aldama y Jiménez, fueron llevadas a Guanajuato y, encerradas en jaulas de hierro, colgadas en las cuatro esquinas de la Alhóndiga de Granaditas, en donde permanecieron hasta la consumación de la Independencia en 1821. Hoy sus restos reposan en la Columna de la Independencia (el Angel de la Independencia) en el Paseo de la Reforma de la ciudad de México.
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